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| Foto: German Gallego/cronicapopular |
“La familia
hace justicia”
La especie humana tolera con facilidad los crímenes de la familia, al
mismo tiempo que tiende a magnificar los deslices de los otros. La condición de
implacable tiene color y no es inocente. Por ello se juzga con rigor enfermizo
al vecino y se mira hacia otro lado cuando los de nuestra misma sangre –ya sea
por genética, afiliación política o comunidad corporativa- le cortan el rabo a
las lagartijas para disfrutar con sus movimientos frenéticos y observar su
capacidad de regeneración tisular. Si la humanidad es capaz de elevarse por
encima de sus límites genéticos, lo es, seguramente, porque en ellos mismos
reside un mecanismo que lo permite y que lo impulsa, un mecanismo capaz de
orientar la evolución y permitir la respuesta ante las oscilaciones del
entorno.
. Cada vez que un personaje público es sometido a
la acción de la justicia, el brebaje mafioso del que hemos bebido nos hace
responder con admirable disciplina. Si el acusado pertenece a una banda de la
otra orilla, nos manifestamos como irreductibles defensores del respeto a la
justicia y repetimos hasta la saciedad que quien la hace la pague. Pero si se
trata de uno de los nuestros -uno con quien compartimos familia, credo, capilla
o cofradía-, ocultamos sin vergüenza las
pruebas del delito, levantamos las pancartas de la presunción de inocencia, y
ponemos en saludable tela de juicio la infalibilidad de los jueces. Se trata de
la manifestación más burda del instinto tribal, la esencia de la secta, que ha
permitido el crecimiento de las sociedades al establecer mecanismos de
integración y permitir el reconocimiento del olor del clan, mientras se rechaza
el del forastero.
El martes comienza el juicio contra
Baltasar Garzón por prevaricación
El motivo, investigar los crímenes de
la Guerra Civil y la dictadura de Franco
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| Foto: AFP |
Rafael Alonso Solís
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Hay “una
verdadera persecución política orquestada contra el juez Garzón”, manifestó el escritor Luis García Montero,
portavoz de la plataforma Solidarios con Garzón, que agrupa a destacadas
personalidades del mundo de la cultura, entre ellas el cineasta Pedro Almodóvar. Foto: AFP
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Juristas internacionales
muestran su rechazo al juicio a Garzón
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| La actriz Pilar Bardem ha hecho llegar al Supremo un documento de dos folios en el que también solicitan "justicia democrática" para el magistrado. Foto: Juanjo Martin |
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| Foto: German Gallego/cronicapopular Video recomendado:
Las Fosas del Silencio / The Graves of
Silence vimeo.com
Trabajo fotografico sobre la exhumación de
la fosas de la Guerra Civil Española y la memoria histórica en España
Photographic work on the exhumation of the graves of the Spanish Civil War and
Historical Memory
"El Desahucio a Garzón" (Publicado en este blog)
Dreyfus
ALMUDENA GRANDES (Articulo recomendado)
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Eloy Alonso
ResponderEliminarMañana es un día triste para este país y su memoria más reciente.Un juez será sentado en el banquillo de los acusados por tener la valentía de abrir la puerta de la historia a los perdedores, a los sin nombre, a todos aquellos españoles que aún hoy tantos años después,siguen tirados en las cunetas y las veredas de los caminos, mientras sus familiares siguen buscándoles.Gracias de corazón a Baltasar Garzón, al menos en nombre de la memoria de mi abuelo y sus hermanos, asesinados por defender sus ideas.¡¡¡¡NUNCA MAS!!!!.Gracias.Eloy Alonso.Te agradecería que copies y pegues en tu muro este enlace de video:http://vimeo.com/35525582
Las Fosas del Silencio / The Graves of Silence
vimeo.com
Trabajo fotografico sobre la exhumación de la fosas de la Guerra Civil Española y la memoria histórica en España Photographic work on the exhumation of the graves of the Spanish Civil War and Historical Memory
El 23 de enero de 2012 13:02, > escribió:
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo con el análisis. Seguro que piensan como yo todos lo afectados socialistas cuando fueron en cerrados en la carcel. Recuerdo las palabras de Felipe Gonzalez y los demás en la puerta cuando ingresaban Barrionuevo, Vera, Etc. También Leguina no es partidario del juez inquisidor. En otras palabras se ha pasado. Y ya el colmo es su defensa, graven todo (a la policía) que yo ya veré lo que puedo usar. Ni Torquemada lo hacía mejor. Lolo.
Rafael Alonso Solís
ResponderEliminarEvidentemente es la otra versión del análisis. Yo discrepo de esa visión, incluida la de los socialistas que fueron a la carcel (o los que pudieron ir). Mi posición actual trata de ser distante, y busco vías para encontrar la diatancia. Me paso la vida comprobando cómo somos muy tolerantes y comprensivos con "los nuestros" y muy rigurosos con "los otros". Es muy difícil mantener una cierta objetividad en la opiniones, ya que en buena medida responden (o están muy influenciadas) por el catecismo que lees o el evangelio que escuchas. A veces he comparado los comentarios o la forma de presentar una noticia en El Mundo frente a El País (la misma), o en la SER frente a la COPE. La sensación era que se trataba de dos países distintos, y eso no es real. Si uno escucha todos los días la misma emisora de radio, y no otra, lee solo el catecismo de una parroquia y no el de las otras, y eso lo hace durante mucho tiempo, acaba aceptando que la realidad es la que le describen allí. Liberarse de esa influencia es difícil, y yo lo intento.. Hace unos años, con Lino inmerso en sus problemas con su hija y su ex-mujer, hubo unas cuantas ocasiones en que mis reuniones con él acababan muy mal por diferencias de opinión, hasta el punto que yo decidí cortar ese tema y él lo mismo. Curiosa y estúpidamente, dos amigos que llevamos aguantándonos desde que teníamos 7 años estábamos reproduciendo la crispación que se daba en España. Aquello no solo era ridículo, sino que parecía la demostración de que en España siempre estamos discutiendo entre Ramón y Cajal (como yo escribo irónicamente a veces), o Joselito y Belmonte. En el prólogo de "A sangre y fuego" la colección de relatos que Manuel Chaves Nogales escribió "en directo" sobre la la defensa de Madrid en la guerra (mientras estaba allí; por cierto, recomiendo la lectura de las obras de este periodista sin par, publicadas ahora: "La agonía de Frrancia", "El maestro Juan Martínez estaba allí", "Juan Belmonte, matador de toros, su vida y sus hazañas escribe, en 1939, que no es cierto que la guerra fuese entre dos Españas, sino dos extremos de España, dos extremos minoritarios, entre los cuales la tercera España, la mayoritaria, se tuvo que comer el marrón de sufrirlo. Me he extendido porque es un asunto al que le doy muchas vueltas, y no me ha sido fácil, por todo ello, descubrir cuál era mi posición sobre Garzón y sus hazañas, en medio de tanto jaleo y tanto cruce de intereses. Mi resumen es el que escribo ahí. Me parece que una comparación con Torquemada es inaceptable. Torquemada torturaba para hacer que el reo acabara confesando que le había besado el culo al diablo. La mayoría de las fuerzas del orden, desde que el mundo es mundo hasta Guantánamo, siguen torturando pasar sacar información. A mí no me parece moralmente mal que me graben y que se grabe para saber la verdad. Es una broma que una prueba de que existe un delito no sirva porque se grabó. Que quien trató de esclarecer la responsabilidad de crímenes y corrupciones (Garzón) pueda ir a la cárcel por la campaña decidida y puesta en marcha (por "la familia", por supuesto) por los mismos que cometían esos delitos es una aberración que todos deberíamos denunciar, y no es ideológica, sino una forma de aceptar que eso no debe ocurrir. Estoy seguro de que, si bien Leguina no sea partidaruo del "juez inquisidor", dudo mucho que sea partidario de que acabe condenado por la presión de los delincuentes. Tal vez Leguina, al que tengo enorme simpatía, en su actual posición de hacer un ajuste de cuentas con su propia historia, es té a punto de cruzar una línea roja. Leo el blog de Leguina, comparto ciertas crñiticas, pero me parece que está cayendo en algo fácil. Ya está, ya ha habido una alternancia. Espero que siga siendo capaz de mantener una posición crítica, al margen de quien mande. Pero a lo mejor se le ha acabado el argumento.