Angela Merkel y Mario Draghi |
QUÉ
Y QUIÉN MANDA EN EUROPA
Por Carlos Galeon
Si hacemos esta pregunta a cualquier ciudadano medianamente preocupado por nuestro futuro político, lo más probable es que nos responda que no lo sabe, o bien que los que mandan son Merkel y Sarkozy, o Merkozy, como ya empieza a llamarse esta santa alianza. Pero lo cierto es que la falta de transparencia, las dudas, los continuos vaivenes, las afirmaciones y negaciones de una noticia al mismo tiempo, esa constante propuesta de reformas diferentes, dejan entrever que quien está al mando de todo es el mercado. Y por algo tan sencillo como esa sensación de no saber nadie qué es lo que se pretende, característica fundamental del mercado, ya que éste no tiene un objetivo concreto ni sabe lo que quiere; solo busca ganar dinero, y de eso lleva ya tiempo forrándose en Europa.
Si
a esta sensación de política errática, añadimos el llamado “grupo
de Frankfurt”, también conocido como “el sexteto,” (Mario Draghi, Herman van Rompuy, Jose Manuel Durau Barroso, Jean Claude Juncker, Angela Merkel, Nikolas Sarkozy, jun a la directora gerente del FMI, Christine Lagarde) – que
tienen como características comunes: ser todos de la derecha
liberal, no haber sido ninguno elegido directamente por los
ciudadanos, y provenir del mundo de las finanzas – como el núcleo
duro que elabora las reformas de obligado cumplimiento para los
países miembros de la Comunidad, y que sin apenas haberse debatido
son aprobadas por el Parlamento y el Consejo, nos podemos ir haciendo
una ligera idea del futuro que nos espera.
Con la implicación de la
prensa – en manos neo-liberales en su gran mayoría – los
europeos no nos hemos enterado de las medidas salvajes y
antidemocráticas que nos han impuesto, como poner en vigor el
antiguo Tratado de Maastricht, que no tolerará un déficit mayor del
3 %, ni una deuda nacional superior al 60 % del PIB. En caso de no
cumplirse, o de que los parlamentarios de un país no estuvieran de
acuerdo serían severamente castigados, acorde a la cuantía de la
falta.
Si hacemos esta pregunta a cualquier ciudadano medianamente preocupado por nuestro futuro político, lo más probable es que nos responda que no lo sabe, o bien que los que mandan son Merkel y Sarkozy, o Merkozy, como ya empieza a llamarse esta santa alianza. Pero lo cierto es que la falta de transparencia, las dudas, los continuos vaivenes, las afirmaciones y negaciones de una noticia al mismo tiempo, esa constante propuesta de reformas diferentes, dejan entrever que quien está al mando de todo es el mercado. Y por algo tan sencillo como esa sensación de no saber nadie qué es lo que se pretende, característica fundamental del mercado, ya que éste no tiene un objetivo concreto ni sabe lo que quiere; solo busca ganar dinero, y de eso lleva ya tiempo forrándose en Europa.
La lucha por los Servicios Sociales va a ser prioritaria Foto: Tony Albir/EFE |
Vamos a ir "A por ellos" Foto: John Vizcaino |
A
esto se ha de añadir toda una serie de directivas – apoyadas por
el Tribunal de Justicia de la Unión Europea – que aseguren
jornadas y vidas de trabajo más largas, y bajada de salarios y
prestaciones sociales al máximo posible, incluyendo, si es
necesario, y tal y como han hecho en Grecia e Italia, la imposición
de un gobierno no elegido por el Pueblo.
Como
es lógico, nuestro futuro gobierno se ha sumado rápidamente a este
plan, aceptándolo, y con él todas las consecuencias que conlleva:
recortes en la función pública, bajada de salarios en los convenios
con los trabajadores, bajada de salarios de los funcionarios,
congelación de pensiones, más paro, subida de impuestos indirectos,
como el IVA,…
Ahora si ve a ser necesario ir a "La Huelga General". Foto: Manuel Vidal/EFE |
Esta
situación nos llevará sin duda a la recesión y será catastrófica,
pues el Estado, arruinado se verá obligado a vender su (nuestro)
patrimonio, último objetivo de los especuladores, y también del
Partido Popular.
Frente
a ello, debemos de exigir un nuevo estatuto para el Banco Central
Europeo, que controlado democráticamente, pueda controlar la
estabilidad de los precios, colabore en la lucha contra el desempleo,
y corte la posibilidad de especulación con la deuda soberana de los
países de la Unión. Se debe de de-sarmar a los mercados, imponiendo
una tasa a las transacciones financieras, luchando contra el fraude
fiscal, prohibiendo los productos financieros de alto riesgo, y
eliminando los paraísos fiscales dentro de nuestras fronteras.
Finalmente, se deben de formar comisiones ciudadanas en cada país
miembro, para la auditoría de la deuda, y ver qué parte de ella es
aplicable a nosotros y qué parte lo es directamente a los bancos. Lo
que no podemos hacer, es quedarnos parados viendo como se deshace lo
conseguido tras años de lucha, retrocedemos en derechos, libertades,
y capacidad adquisitiva, a los años cincuenta del siglo pasado, y se
nos roba lo que nos pertenece. C. G.
Dos premios Nobel de Economía piden que
se meta en la cárcel a los banqueros
¿Qué precio de la nueva democracia?
Goldman Sachs conquista Europa
SuperMario
Dos premios Nobel de Economía piden que
se meta en la cárcel a los banqueros
Economistas
como Joseph Stiglitz y George Akelof vienen diciendo durante los últimos meses
y en repetidas ocasiones que “es imposible resolver la crisis económica sin que
los criminales que cometieron el fraude estén en la cárcel”.El Nobel de economía George Akerlof ha criticado que
no se castigue a los delincuentes de cuello blanco y que se facilite con las
nuevas medidas económicas las condiciones para comenter este tipo de delitos,
lo que provocará mayor destrucción de la economía en el futuro.
El
también Nobel de Economía Joseph Stiglitz denuncia que el sistema está diseñado
para fomentar ese tipo de cosas, y que las personas que han tenido la mayor
responsabilidad en la situación actual no están siendo sancionados, y aunque se
les multara con un 5% o 10% de las ganancias que han obtenido, seguirían
viviendo en sus lujosas casas y con sus cientos de millones de dólares.
“El
sistema está diseñado para que si te pillan, la multa sea sólo un número muy
pequeño comparado con el fraude cometido. Es como una multa de aparcamiento, a veces
tomas la decisión de aparcar en un sitio a sabiendas de que podrían ponerte una
multa”, señala el premio Nobel, que asegura que habría que meter a muchos de
los responsables en la cárcel”.
“¿Vamos
a confiar en quienes nos metieron en esta situación para sacarnos de ella?
Ellos reconocen que no han hecho bien las cosas pero que su comprensión de la
situación es buena. Si creen esto, estamos en un lío, lo siento”
Los Italianos, Griegos, Irlandeses y Españoles, ya estamos pagando las consecuencias de la Dictadura Financiera Neoliberal. |
Mario Draghi |
(a falta del diablo de
los detalles: déjenme a mí los reglamentos).Eso es precisamente lo que pedía el
BCE para apretar el botón nuclear, la compra masiva de deuda pública, que sigue
siendo la única solución a la interminable crisis fiscal. Todo queda a expensas
de Draghi. Y de los sospechosos habituales: para saber si la cumbre es un éxito
o un fracaso habrá que esperar al dictamen de los mercados, a partir del lunes.
“Se ha dado un paso adecuado para que Draghi empiece a tener la legitimidad
política que necesita para un bombardeo en el mercado de deuda. Si Draghi no aprieta
el gatillo, la única duda es cuántos días tardarán los mercados en darse cuenta
de que los líderes europeos siguen desorientados”, indicó Charles Wyplosz, del
Graduate Institute.
Un trágala nada fácil para un banquero central que en teoría debe ocuparse de la inflación y la estabilidad financiera, que piensa que hacer eso es dar los incentivos equivocados porque cuando la presión se esfume nadie hará recortes ni reformas. La alternativa es seguir con el agua al cuello, con esta disciplina de mercado que tiene a Italia al borde de un accidente, y al euro al borde del infarto. Nada es gratis: el BCE se juega mucho en el envite. Se supone que esta vez los políticos han hecho los deberes. Europa, en fin, está en manos de Draghi, un italiano de Roma, exejecutivo de Goldman Sachs, exestudiante en Estados Unidos, excelente diplomático y economista, que no ha tenido reparos en dar todas las facilidades a la banca para evitar un Lehman Brothers europeo, pero que hasta ahora no ha seguido esa misma regla de oro con los Estados por ese argumento retorcido que son los incentivos perversos cuando Europa se juega el futuro de la próxima generación.
Un trágala nada fácil para un banquero central que en teoría debe ocuparse de la inflación y la estabilidad financiera, que piensa que hacer eso es dar los incentivos equivocados porque cuando la presión se esfume nadie hará recortes ni reformas. La alternativa es seguir con el agua al cuello, con esta disciplina de mercado que tiene a Italia al borde de un accidente, y al euro al borde del infarto. Nada es gratis: el BCE se juega mucho en el envite. Se supone que esta vez los políticos han hecho los deberes. Europa, en fin, está en manos de Draghi, un italiano de Roma, exejecutivo de Goldman Sachs, exestudiante en Estados Unidos, excelente diplomático y economista, que no ha tenido reparos en dar todas las facilidades a la banca para evitar un Lehman Brothers europeo, pero que hasta ahora no ha seguido esa misma regla de oro con los Estados por ese argumento retorcido que son los incentivos perversos cuando Europa se juega el futuro de la próxima generación.
"El método Merkel es Antidemocratico"
Olli Rehn critica el “exceso de
actividad intergubernamental”. En las capitales europeas, a esa actividad se la
denomina ya “el método Merkel”. Las decisiones más importantes sobre el rescate
del euro y los Estados miembros en dificultades como Grecia, Irlanda, Portugal
y España se tomaron durante reuniones a escondidas entre los principales
dirigentes nacionales. El eje Berlín-París y los acuerdos entre Merkel y
Sarkozy (“Merkozy”) presentaron a los parlamentos nacionales y a toda la
maquinaria depoder de Bruselas –Comisión, Parlamento y Consejo— un hecho consumado.
Sin que en este proceso hayan tenido relevancia algunas instituciones como la Comisión o el Parlamento.
Se estan saltando todas las normas democraticas. Toma de decisiones en petit comite, gobiernos nombrados en Bruselas etc. Foto: Juan Santiso |
La verdadera crisis de Europa
y la única solución posible
y la única solución posible
Sería un grave error considerar que la crisis de
Europa es una crisis de la deuda pública, cuando ante lo que realmente estamos
es ante una crisis de la propia configuración de la Unión Europea y un modelo
insostenible e incoherente de crecimiento económico. Desgraciadamente la falta
de cultura política y económica ha llevado a la errónea percepción de
que la crisis económica es resultado de las políticas llevadas a cabo por un
gobierno concreto en los años más recientes, algo que por cierto explica el
cambio de color visto en las elecciones en todos los países. Sin embargo lo
cierto es que la crisis actual es el resultado de políticas instaladas y
aplicadas hace mucho más años y consensuadas por todos los gobiernos europeos.
Esta es una crisis de la Unión Europea y del sistema capitalista, y si no
resolvemos los problemas subyacentes durará como mínimo una década más, tendrá
un carácter mucho más grave y acabará en un nuevo orden social muy perjudicial
para la amplia mayoría de la población.
La deuda pública no es el problema
Como todo agente económico, los Estados tienen una partida de ingresos y otra de gastos. Cuando la partida de gastos supera a la de ingresos se dice que se entra en déficit fiscal, y entonces el Estado tiene que endeudarse en los mercados financieros para compensar la diferencia. La percepción general ante esta situación es que los gastos son insostenibles y que la crisis es consecuencia del excesivo peso de lo público en la economía. Algo que se suma a la percepción populista de que hay demasiados funcionarios, sueldos excesivos en la administración pública, derroche, corrupción desenfrenada…
La deuda pública no es el problema
Como todo agente económico, los Estados tienen una partida de ingresos y otra de gastos. Cuando la partida de gastos supera a la de ingresos se dice que se entra en déficit fiscal, y entonces el Estado tiene que endeudarse en los mercados financieros para compensar la diferencia. La percepción general ante esta situación es que los gastos son insostenibles y que la crisis es consecuencia del excesivo peso de lo público en la economía. Algo que se suma a la percepción populista de que hay demasiados funcionarios, sueldos excesivos en la administración pública, derroche, corrupción desenfrenada…
Como toda gran mentira siempre hay algo de verdad,
pero los datos revelan que no estamos ante la causa real del problema. España ha tenido hasta 2007 un
superávit primario. Es decir, ingresaba más de lo que gastaba, y eso a pesar de
las reformas fiscales regresivas que han reducido la cantidad de dinero que
entraba en las arcas públicas.
Hay un incremento espectacular del déficit
a partir de 2007. Como ya hemos dicho en este blog, eso es debido a la caída extraordinaria en los ingresos (que caen por la recesión a la que
lleva la crisis financiera internacional y el estallido de la burbuja
inmobiliaria) y al crecimiento de los gastos derivados de los rescates
financieros, el pago de prestaciones por desempleo y el plan de estímulo
económico (conocido como Plan E). Todo ello llevó a incrementar el
endeudamiento, es decir, a pedir mucho más dinero prestado a los mercados
financieros.
Es algo
común en toda la Zona Euro. En todas partes la crisis financiera internacional
condujo a la recesión por vía del cierre del crédito, y en todas partes los
Estados tuvieron que incrementar su deuda pública. Hasta niveles que los
propios mercados financieros han considerado peligrosos. Pero lo que debe
quedar claro en este punto es que la deuda pública ha crecido como consecuencia
de la crisis financiera.
La
prima de riesgo no nos sirve para el análisis
El peligro que tenga un determinado nivel de la deuda pública depende del flujo de ingresos que genere un Estado determinado. Un 140% de deuda pública sobre el PIB no nos indica mucho, ya que lo que necesitamos saber es qué capacidad tiene cada Estado para devolver la deuda y sus intereses. Por lo tanto lo que nos interesa es saber cuánto crece un país (porque al crecer se recaudan más impuestos y por lo tanto se crean flujos de ingresos con los que devolver la deuda). El actual peligro reside, precisamente, en que ningún país está creciendo a ritmos adecuados y la mayoría tiene perspectivas de entrar otra vez en recesión.
Foto: Antoni Rull |
El peligro que tenga un determinado nivel de la deuda pública depende del flujo de ingresos que genere un Estado determinado. Un 140% de deuda pública sobre el PIB no nos indica mucho, ya que lo que necesitamos saber es qué capacidad tiene cada Estado para devolver la deuda y sus intereses. Por lo tanto lo que nos interesa es saber cuánto crece un país (porque al crecer se recaudan más impuestos y por lo tanto se crean flujos de ingresos con los que devolver la deuda). El actual peligro reside, precisamente, en que ningún país está creciendo a ritmos adecuados y la mayoría tiene perspectivas de entrar otra vez en recesión.
Y se entra en recesión porque se aplican políticas de
recortes. El error de los políticos y economistas liberales reside en dar por
hecho que los recortes llevarán al crecimiento ahora o en el medio plazo,
cuando en realidad lo que ocurre siempre es que al afectar al gasto público
(que es un componente del crecimiento económico) también se afecta a los
ingresos. El resultado final es que caen los gastos pero también los ingresos y
por lo tanto la necesidad de endeudarse prosigue igual.
Con un Estado como Alemania creciendo poco y teniendo
que pagar un 3% de intereses, todavía puede seguir el ritmo de los pagos. Pero
con países como Italia, Grecia o España, que crecen nada o decrecen, afrontar
intereses del 7% es apretar un poco más la soga. Por eso no conviene mirar la
prima de riesgo, que es un simple diferencial, sino los indicadores
fundamentales de cada país (ingresos, crecimiento, deuda y rentabilidad de la
deuda).
Los dos modelos de crecimiento dentro de la Unión Europea
Que Alemania siga creciendo, aunque débilmente, y España esté en la frontera de la recesión se explica por el modelo de crecimiento que cada país mantiene. Mientras Alemania ha crecido en las últimas décadas gracias a un modelo de exportación, ayudado por su mayor competitividad, España ha crecido propulsando su demanda interna vía el crédito. Mirando la balanza comercial de cada país podemos comprobar cómo los países con menor competitividad (como España) han tenido un déficit comercial peligrosísimo mientras que países con mayor competitividad han tenido superávit.
Los dos modelos de crecimiento dentro de la Unión Europea
Que Alemania siga creciendo, aunque débilmente, y España esté en la frontera de la recesión se explica por el modelo de crecimiento que cada país mantiene. Mientras Alemania ha crecido en las últimas décadas gracias a un modelo de exportación, ayudado por su mayor competitividad, España ha crecido propulsando su demanda interna vía el crédito. Mirando la balanza comercial de cada país podemos comprobar cómo los países con menor competitividad (como España) han tenido un déficit comercial peligrosísimo mientras que países con mayor competitividad han tenido superávit.
España ha tenido
más importaciones que exportaciones, y que ha financiado esa diferencia a
través de la cuenta financiera. Dicho de otra forma, España ha crecido gracias
a su burbuja inmobiliaria pero ésta no podría haber sido posible si los bancos
no hubieran obtenido dinero desde el exterior para financiar todos los créditos
inmobiliarios. Y ese dinero lo han obtenido los bancos de los mercados
financieros internacionales, muy especialmente a través de la emisión de
productos titulizados.
Es decir, el
consumo interno español (componente del crecimiento económico) se ha sustentado
no en altos salarios (que han sido en realidad cada vez menores como vimos aquí)
sino en el crédito financiero. Pero ese crédito ha sido posible porque los
propios bancos han pedido prestado ese dinero en el exterior. Con una cuenta corriente excesivamente
deficitaria y una cuenta financiera que lo compensa.
Por contraposición, Alemania ha crecido porque ha
exportado más de lo que ha importado. Estamos ante una relación
centro-periferia en Europa que se parece mucho a la establecida entre Estados
Unidos y China. Alemania exporta más pero porque hay países que pueden comprar
lo que Alemania vende. Y esos son países como España, Italia o Grecia. Y para
ayudarles, Alemania y los países centrales de Europa han financiado esas mismas
compras. Exactamente la misma relación que existe en el llamado Breton Woods 2
entre China y EEUU. Son polos opuestos que se necesitan mutuamente.
La distinta competitividad entre países y la chinarización de Europa
La mayor competitividad de Alemania se explica por una caída de los salarios mucho más aguda en Alemania que en España o en el resto de países periféricos. Aquí la actitud de los sindicatos alemanes lo explica todo, puesto que han aceptado caídas brutales en el salario real. Ello ha posibilitado que Alemania ganara la carrera competitiva sobre los otros países, que no tuvieron más salida que crecer vía crédito.
La distinta competitividad entre países y la chinarización de Europa
La mayor competitividad de Alemania se explica por una caída de los salarios mucho más aguda en Alemania que en España o en el resto de países periféricos. Aquí la actitud de los sindicatos alemanes lo explica todo, puesto que han aceptado caídas brutales en el salario real. Ello ha posibilitado que Alemania ganara la carrera competitiva sobre los otros países, que no tuvieron más salida que crecer vía crédito.
Así, mientras
que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento no sirvió para nada, porque sólo
controlaba las cuentas públicas y no las privadas (y por lo tanto no alertaba
de la exposición de las empresas y hogares), recientemente se aprobó el Pacto
por el Euro. Dicho Pacto, que explicamos aquí, empuja a todos los países a ganar
competitividad por la vía de recortes salariales y del gasto público. Además de
llevar a la recesión, la aplicación de esas propuestas llevará a una carrera a
la baja entre países europeos que nunca podrá ser ganada por España. Y es que
no todos los países pueden ser competitivos ni crecer mediante exportaciones.
Las exportaciones de unos son las importaciones de otros, y por lo tanto el
Pacto del Euro es un camino hacia la chinarización de todos los países y sin
que eso pueda llegar algún momento a producir crecimiento en los países con más
retraso en dicha carrera, como España.
Lo
que debería hacerse, un programa para la izquierda
El 15M empezo el Movimiento, queda mucho camino por recorrer |
Si la Unión Europea quiere mantenerse tiene que
resolver los desequilibrios comerciales que existen en su seno. Si se quiere
hacer de forma coordinada lo primero que Alemania tiene que hacer es promover
una subida de la participación salarial en su economía. Esto se puede hacer
fortaleciendo el peso de la centralización en la negociación salarial o
llevando a un pacto capital-trabajo que refleje un creciente poder del componente
salarial y un menor peso del margen de beneficios. Eso reducirá su superávit
comercial y mejorará la balanza comercial de los países periféricos.
En el ámbito europeo hay que controlar el espacio
financiero europeo. Hay que establecer controles de capital hacia fuera e
imponer tasas financieras en el espacio europeo, declarando la zona euro una
zona de autosuficiencia financiera. La prohibición de las transacciones con los
paraísos fiscales y territorios offshore será otro pilar, junto con el fortalecimiento
de los mecanismos de lucha contra el fraude fiscal y la coordinación de un
fuerte sistema fiscal progresivo. Con todo ese dinero, más con un
financiamiento directo del BCE (que tiene que refundarse), se pueden comenzar
los planes de estímulo destinados a corregir todos los desequilibrios
comerciales y a fortalecer un modelo sostenible de crecimiento (dirigido por
los salarios y teniendo presente limitaciones medioambientales). Todo ello
tiene que estar acompañado de una ampliación de los servicios públicos y una
reducción de la jornada laboral sin disminución de sueldo (que compense los
años de crecimiento de la productividad por encima de salarios).
Los eurobonos pueden ser una buena opción, pero si no
son suficientes el BCE debe financiar directamente. Además, debe incrementarse
fuertemente la regulación financiera, prohibiendo prácticas especulativas, e
imponiendo tasas a los bonos de deuda públicas que por encima de una
determinada cantidad sean del 100%. Eso es una reestructuración de la deuda que
permite que sea progresiva.
En España debe acometerse un cambio en el modelo
productivo, pero para ello es necesario impulsar también el mercado interno
para no depender tanto de las dinámicas de otras economías. Algo similar a lo
que está haciendo China desde hace varios años con objeto de reducir su
exposición al exterior. Para ello también hay que fortalecer la participación
salarial e incrementar el peso del Gasto Público en la economía. Como
herramientas fundamentales es necesario disponer de banca pública y de empresas
públicas en los sectores clave (como le energía, vivienda o
telecomunicaciones).
Tendremos que Ocupar, otra vez el Mundo para que nos escuchen |
En definitiva, para la supervivencia de la Unión Europea y de
nuestro planeta necesitamos un proceso fuerte de redistribución de la renta, de
la riqueza, del trabajo y un mayor peso de las entidades públicas, que deberán
ser gestionadas de forma transparente y democrática. Todo lo que no sea eso, y
como hemos revelado más arriba, nos conducirá a un nuevo orden social
inestable, repleto de tensiones sociales inabarcables y que amenazaría con
destruir todo atisbo de democracia.
Pijus Economicus (el blog de Alberto Garzon)
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